Una vez que los toreros han entrado con firmeza en la reivindicación de sus derechos de imagen, ahora le ha tocado el turno a los ganaderos de bravo. La Unión de Criadores de Toros de Lidia, que todavía anda con sus más y sus menos en torno a la elección de la Junta Directiva, se ha puesto de acuerdo para pedir la parte que les corresponde en los derechos de imagen de la Fiesta.
La pregunta que surge de inmediato es clara:¿quiénes serán los siguientes en apuntarse a este carro? Hasta ahora implicados de verdad sólo estaban los toreros. Ahora piden billete los criadores. Pero con el mismo derechos los subalternos en su más amplia acepción --desde picadores a mozos de espada— se preguntarán qué hay de lo suyo. Con lo cual, unos por otros, no sería extraño que el tren de los derechos de imagen acabara por descarrilar. Y en las desordenadas cocinas del toreo, no debería causar asombro que a alguno le interesara el descarrilamiento.No hay que descartarlo de antemano.
Los que en el mundo del toro ha sido acostumbrados --y no son pocos-- a buscar el tercero y hasta el quinto pie del gato, puede que no tarden en dudar de si todos los integrantes de estas reclamaciones van en la misma dirección, o si alguno se ha apuntado precisamente para complicarle el problema a los matadores, que hasta eran quienes la lideraban. Salvo que se haga un improcedente juicio de intenciones, esta cuestión no tiene respuesta válida, por lo que es mejor dejarla para las charlas de café y atenernos a la literalidad de las posiciones.
En este sentido, resulta evidente que los criadores son cooperadores necesarios e indispensables del espectáculo. Y evidente también es que, para bien o para mal según los casos, las cámaras en directo pueden afectar a su imagen y, por ende, a su economía. Otra cosa será qué tipo de porcentaje --por hablar en términos entendibles-- les debe corresponder en la tarta de la televisión.
Pero sentado lo anterior, que no ofrece duda jurídica, se plantea una primera duda: ¿la reivindicación de los ganaderos no acabará liando aún más una madeja ya suficientemente enredada? Es probable que así ocurra. Si soló por entenderse con los toreros en productor Casas no ha conseguido aún cerrar los carteles de Fallas, si además tiene que ponerse de acuerdo con los ganaderos, al paso que va su feria la monta para septiembre.
Bien es verdad que la responsabilidad no es de los criadores, por más que debieran reconocer que se apuntan a esta procesión un poco tarde. La causa bien podría decirse que es doble. De un lado, de los empresarios que se han tomado muy a la ligera esta cuestión de los derechos de imagen, después de haber disfrutado durante años de un predio que no les pertenecía en exclusiva. Pero, sobre todo, porque no han sabido entender que estamos en nuevos tiempos, en el que los usos tradicionales son nada más que esos, tradiciones, pero que hoy la actividad económica sigue otras pautas muy distintas de resolverlo todo con un apretón de manos. Hasta por razones fiscales, que con los toros Hacienda parece el “ojo d Manitú” que todo lo ve, tiene que ser así.
Los ganaderos quieren situar, aunque sea con tardanza, el debate en el plano de la globalidad de la Fiesta. Al ritmo que se mueven los sectores taurinos, se trata de una condición de muy difícil cumplimiento, sobre todo cuando lo que debería haber sido una plataforma común –la Mesa del Toro— está literalmente “echa unos zorros”, que no ha sido capaz de cumplir los dos requisitos que anunciaron unos y otros: modificar su sistema de gestión y su economía.
Pero es que, además, los criadores ni están unificados en una sola organización, ni cuentan hasta el momento con un aparato técnico que defienda sus derechos, como los toreros tienen con la empresa ASM. Por eso lo más adecuado podría ser alcanzar una fórmula de compromiso, en tanto la casa grande el toreo se pone orden y cada uno los actores se posesiona de la habitación que le corresponde. Y con el resto de los sectores, otro tanto.
Si no se miden los pasos que hay que dar, y los primeros tienen que ser los empresarios que astutamente se quedan a verlas venir, podríamos acabar abriendo en canal la Fiesta, justamente ahora cuando ya se acerca la primavera y todos nos quitamos de encima el muermo taurino que supone el invierno.
La declaración
La declaración oficial de la Unión de Criadores de Toros de Lidia es la siguiente:
“La Unión de Criadores de Toros de Lidia, ante el escenario planteado por la unión de toreros y, más en concreto, por el grupo de matadores agrupados en el denominado G 10, respecto a la negociación de los derechos de imagen en corridas televisadas, manifiesta lo siguiente:
1.Consideramos que el toro y la ganadería de lidia son una parte esencial e insoslayable de la Fiesta, de su imagen y de su promoción y desarrollo.
2.Creemos que la retransmisión de festejos taurinos a través de medios audiovisuales, con las máximas garantías posibles de calidad, tanto en el aspecto profesional como en el aspecto técnico, es un activo fundamental de la promoción y el fomento de la Tauromaquia y que su eliminación supondría un gravísimo perjuicio para el futuro de la Fiesta.
3.Al igual que en el caso de los matadores, creemos que es imprescindible un replanteamiento urgente de la imagen de la Fiesta, entendida ésta como un activo cultural, tradicional y económico de nuestro país.
4.Consideramos imprescindible la participación de quienes criamos la materia prima del espectáculo en cualquier tipo de negociación que tenga como fin el perfeccionamiento del sistema habido hasta ahora en el que, al igual que otros sectores, hemos sufrido situaciones de menosprecio e incluso abusos.
5.Estimamos, sin embargo, que este replanteamiento debe realizarse de forma global, no estrictamente desde criterios economicistas o individualistas y que el fomento y la promoción de la Fiesta tienen como punto de partida un plan general para la presencia de la Fiesta, entendida esta como un conjunto de sectores activos, en los medios de comunicación, no solamente en retransmisiones televisadas sino en espacios informativos, divulgativos y promocionales.
6.La Unión de Criadores de Toros de Lidia, en caso de seguir siendo soslayada en este debate, tomará las medidas oportunas para defender los derechos de marca de sus asociados”.
No todos de acuerdo
Pero, según leemos en "El Mundo", por si le faltara algo a la ya convulsa vida actual de la UCTL, ahora resulta que no todos los ganaderos están de acuerdo con el anterior posicionamiento. Y así, Juan Pedro Domécq ha expresado su sorpresa por la nota anterior. “¿Pero esto qué es? La imagen de mi ganadería la defiendo yo", ha dicho.
Por su parte, Justo Hernández [ganaderia de Garcigrande] ha confesado también su sorpresa por la nota. “Hablan sobre cuestiones sin tener la potestad para hacerlo. No hemos cedido nada a la UCTL”. Para a continuación pedir responsabilidades al autor de este comunicado tendrá que rendir cuentas a los asociados".
Y para Victorino Martín, en cambio, la que es "inoportuna e insolidaria" es la postura de los toreros. "Espectáculo tiene tres patas y a los ganaderos se nos ha ninguneado, quizá por nuestra pasividad”.