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Con toro blanco y sin toro blanco. Antoñete tiene un lugar de privilegio en los anales del toreo. Y lo alcanzó porque fue capaz de leer e interpretar todos esos misterios que encierra el Arte del Toreo. Un papel que siempre quedó en exclusiva para unos pocos privilegiados.
Diego Puerta, hoy como ayer, siempre ha sido reconocido como uno de los puntales de la torería moderna. Nunca le gustó que le llamaran "Diego Valor". Y en efecto, era mucho más que un torero valiente: tenía arte del bueno y una casta fuera de lo común. Pero era, además, un torero de y para Sevilla, donde se le admiraba y se le quería.